Hoy
he visto en Internet el anuncio con el que la Academia de la Publicidad homenajea a la RAE por su tercer centenario.
El spot tiene su guasa, ya que se ve
a una madre echándole la gran bronca a su hijo tras destrozar un bote de
mermelada contra el suelo, con el consiguiente estropicio cocineril. El discurso materno no tiene desperdicio: “¡Pero niño,
no vas y tiras la fambruesa, estropiciándolo todo! Ende que venga tu padre, lo
quiero ver todo esto… floresciente.”
Ante
tamaño desastre -me refiero al de la madre-, llega la solución que pondrá paz
en el hogar: un rápido vistazo al Diccionario de la Real Academia ilumina el rostro
alicaído de la sufrida madre y la bronca se transforma en: “Hijo mío, te
encomiendo la tarea de dejar el suelo reluciente antes de que llegue tu padre”
Los
creativos juegan con el lema de la
RAE (Limpia, fija y da esplendor), convirtiendo el
diccionario en un potente detergente verbal. La verdad es que siempre me hizo
gracia esta divisa de producto de limpieza de la Academia, y en el anuncio
le sacan todo su jugo.
En
mi humilde opinión, el anuncio es buenísimo (o bonísimo, para los puristas). En
casa, lo ha visto toda la familia (chicos y chicas) y no hemos podido parar de
reír. Sin embargo, diversas asociaciones feministas lo han tachado de sexista
(¿perdón?) y misógino (¿qué?) por mostrar “un arquetipo casposo de mujer
volcada en las tareas domésticas”. Está visto que en este bendito país hay
gente que ve fantasmas en cada esquina y que se esfuerza en hacer enrevesado lo
más sencillo. El hecho de que la mujer esté en la cocina no quiere decir que se
pase el día limpiando la casa, y por el vestido que lleva puesto, bien podría
haber llegado de trabajar mientras el padre está en el súper haciendo la
compra. Además, el encargado de limpiar el desaguisado va a ser el chico, o
sea, el varón.
La parodia y el reírse de uno mismo -una afición
sanísima, por cierto-, está visto que sigue prohibido entre determinados
colectivos. Lo curioso es que lo único que consiguen así es dibujar una caricatura
de ellos mismos.
La polémica está servida...