miércoles, 18 de marzo de 2015

Sueño





Este relato largo, editado con el mimo habitual por Libros del Zorro Rojo, ha sido mi primera aproximación al universo Murakami y, ciertamente, no he salido defraudado. Mediante la técnica del monólogo interior, el autor japonés nos va presentando a una protagonista con un aparente problema, más bien paradójico: lleva diecisiete días sin dormir, pero no es un caso de insomnio, ya que conserva un estado físico excelente y una mente clara, aún más lúcida que antes.

Esta joven, a punto de cumplir treinta años y cuyo nombre nunca se menciona, llevaba hasta entonces una existencia apacible. Esposa y madre de un niño, sin problemas económicos, pasea por una vida rutinaria compuesta de compras, preparación de comidas, natación en el gimnasio y cuidado de la familia. Es ella misma la que nos va contando ese paulatino aletargamiento de su mundo personal: «A grandes rasgos, un día era una repetición del otro».


El escritor japonés en versión de la ilustradora


Murakami (Kioto, 1949) logra transmitirnos esa monotonía, esa aparente felicidad, mediante una cadencia especial en las frases y una selección certera de las palabras. Pero, a la vez, intuimos que algo falla. Esa uniformidad en la relación con su marido, un hombre de éxito, y su pequeño está a punto de dar un vuelco. Y será justo este extraño insomnio el que le sirva de revulsivo al tedio en el que se ha instalado.

La vigilia forzosa le hace recuperar viejos hábitos, como la pasión por la lectura, que vuelve a retomar con fruición. No es casual que la primera obra que relea de cabo a rabo sea Anna Karénina. Es así como, poco a poco, empieza a rescatar actividades a las que había renunciado tras el matrimonio, algunas aparentemente triviales, como comer chocolate. Y es así como sufre un rejuvenecimiento interior y exterior evidente.


«No era capaz de explicarlo bien, pero sentía grandes deseos de nadar con todas mis fuerzas para expulsar, de este modo, algo de mi interior. Expulsar. Pero ¿qué diablos iba a expulsar yo? Intenté reflexionar sobre ello. ¿Expulsar qué?
No lo sabía.
Pero ese algo flotaba vagamente en el interior de mi cuerpo como si fuera una especie de potencialidad. Quería darle un nombre, pero no se me ocurría ninguno. Tenía poca habilidad buscando palabras. Seguro que Tolstoi hubiera sabido hallar el término preciso».


Pero esta paradoja llega a un punto de no retorno, a una transformación vital «a lo Kafka» que la lleva a cambiar su concepción inmutable de las cosas y de las personas, empujándola a obrar en consecuencia. Con todos sus efectos…



  
No desvelaré nada más para que el lector pueda disfrutar del sorprendente resto del libro. Una narración notable, con un Murakami preciso, sutil e imaginativo, y donde se intuye también el buen hacer de la traductora. Y, por supuesto, un excelente trabajo de ilustración de la alemana Kat Menschik (Luckenwalde, RDA, 1968). Sus magníficas ilustraciones de página entera a dos tintas son el contrapunto perfecto a esos pasajes oníricos de la narración, así como al fluir de la consciencia o la mutación personal de la protagonista. Unos dibujos con una fortaleza impresionante que capturan de manera fiel el espíritu de la historia. El propio escritor lo expresó claramente: «Sus imágenes son de verdad diferentes y únicas. Es precisamente ese sentido de otredad el que como autor quiero evocar en mis lectores».




Un relato para reflexionar acerca de nuestra existencia, de las segundas oportunidades o de los abismos que pueden abrirse de repente bajo nuestros pies. Un texto que me ha dejado con ganas de seguir adentrándome en las atmósferas del autor japonés. Dada la buena experiencia del tándem creativo Murakami-Menschik, quizá me decida por el relato La biblioteca secreta, publicado a finales del año pasado por esta misma editorial.

Sueño, Haruki Murakami
Traducción de Lourdes Porta
Ilustraciones de Kat Menschik
Libros del Zorro Rojo, 2013, 84 páginas, 14,90

2 comentarios:

  1. Buenos días!! Nunca he leído nada de Murakami aunque lo conozco por un amigo que es muy fan. Las ilustraciones son algo extrañas pero imagino que casarán a la perfección con la historia. Me ha parecido muy interesante tu reseña y me apunto el libro en la lista de pendientes. Mil gracias.

    P.D: He encontrado tu blog en la lista de "Directorio de Blogs de Literatura". Me ha encantado y por supuesto te sigo. Si te apetece pásate por el mío:

    http://esthervampire.blogspot.com.es/

    Un abrazo y nos leemos!!

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  2. ¡Hola, Esther!

    Gracias por recalar en el blog y por tu comentario. Las ilustraciones sí son algo atípicas, pero tienen mucha fuerza y transmiten de maravilla ese simbolismo y ese componente onírico con el que juega Murakami. Como digo en la reseña, fue mi primera incursión en la obra del japonés y la experiencia fue muy buena, así que repetiré.

    Con tu permiso, me voy a dar una vuelta por el Lado Oscuro...

    Un abrazo.

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