Los
amantes de la narrativa breve estamos de enhorabuena. La editorial Elba, especializada en ensayos sobre arte, textos de
artistas y crónicas de viajeros de antaño, acaba de lanzar al mercado una nueva
colección. Bajo el título de Ficciones,
el sello de Clara Pastor va a apostar por colecciones
de relatos breves hasta ahora inéditas en español.
Los
dos primeros títulos son La soledad de la compasión, de Jean
Giono, e Historias de Manhattan, de
Louis Auchincloss, y están disponibles desde el 27 de noviembre. Tanto la
elección de autores (poco difundidos en España, pero de solvencia narrativa
contrastada) como el diseño editorial (portadas elegantes de aire retro, con ilustración
en blanco y negro y un solo detalle en color) dejan claro que Elba sigue confiando
en un público –que lo hay, señores editores– que busca calidad fuera de las
modas del momento.
Dejo
a modo de presentación un extracto de la nota de prensa de la editorial para cada
libro. Yo pienso empezar degustando los relatos rurales de Giono.
Los
veinte relatos de La soledad de la compasión (156 páginas, 18 Eur), probablemente
una de las mejores obras de Giono, constituyen un retrato conmovedor y
nostálgico de la vida rural en la Provenza. Uno tras otro, el autor trata algunos
de los aspectos más íntimos y universales de la experiencia humana: una amistad
forjada en las trincheras en plena guerra, el vínculo entre el hombre y la
tierra, o el descubrimiento, ya en la vejez, de la fragilidad de la vida y «la
soledad de la compasión».
Los personajes de Giono –el cura del pueblo, un pastor solitario, los clientes habituales del café y su propietario, o forasteros aparentemente surgidos de la nada que se desvanecen como aparecieron– son, unas veces, luminosos, sabios y decentes, y otras, toscos e inmorales, pero reflejan siempre un profundo conocimiento del alma humana.
El olor a tierra húmeda, a sangre, el sonido del viento o el particular diálogo entre un hombre y un animal herido, evocan un universo singular y acaso para muchos ya desaparecido en el que aún resuena la melodía, algo triste, de una humanidad entera.
Jean
Giono (Manosque, 1895-1970) hijo de un zapatero y una
lavandera, nació y vivió toda su vida en la Provenza. Es uno de
los escritores más queridos de su generación, aunque su obra queda fuera de las
modas y las corrientes literarias, tanto de las de su época como de la actual.
Giono es autor de más de treinta
novelas, así como de varios volúmenes de relatos, poesía, obras de teatro y
ensayos. Una serie de estos últimos se reunieron en un solo volumen bajo el título
Refus d’obéissance (1937). Al inicio de la Segunda Guerra
Mundial Giono fue encarcelado por sus opiniones pacifistas e injustamente
acusado de colaboracionista al final de la guerra. Giono fue nombrado miembro
de la Academia
Goncourt en 1954 y miembro del Consejo Literario del
Principado de Mónaco en 1963, y salvo algunos viajes a París y aún menos al
extranjero, nunca se alejó mucho de la región en la que se sitúan todas sus
obras.
Historias de Manhattan (296 páginas, 22 Eur) es un colorido relato del
siglo XX neoyorquino y de los círculos más exclusivos, y algo enrarecidos,
de la ciudad. Los personajes de Auchincloss, un agudo observador de las
paradojas morales entre las que se debate la «buena sociedad», tan pronto ascienden
hasta alcanzar el nivel más alto en la escala social, como se desmoronan ante
el contratiempo más insignificante. En el camino siempre hay un momento en el
que surgen los problemas de conciencia, a menudo con resultados sorprendentes.
Desde las lealtades aristocráticas, aún vigentes en los albores del siglo, hasta las intricadas maquinaciones de las modernas operaciones de fusiones y adquisiciones, el mundo adinerado y glamuroso que describen estos diez relatos nos ofrece un retrato brillante de la denominada «gente bien», pero sobre todo muestra, con una elegancia y precisión insuperables, cómo los rasgos irremediablemente humanos de las personas, aunque se cubran de tweed y pieles, siempre acaban por manifestarse.
Louis
Auchincloss (Nueva York, 1917-2010) perteneció a la clase
privilegiada sobre la que escribe, y fue alumno en las mejores escuelas del
país, primero en Groton y luego en la Universidad de Yale. Salvo los años en los que
sirvió en la Marina
durante la Segunda
Guerra Mundial, compaginó siempre su labor de abogado con la
de escritor. Auchincloss está considerado un clásico moderno de la novela y el
relato de costumbres, señalado como uno de los grandes por escritores de la
talla de Gore Vidal. Autor de cincuenta y siete libros, fue miembro y
presidente de la
American Academy of Arts and Letters.