lunes, 20 de mayo de 2013

Extrañas compañías: Salinas / Texas



Hoy inauguro una nueva sección, Extrañas compañías, que se dedicará a recoger retales de literatura breve -en cualquiera de sus expresiones- y emparejarlos con letras de canciones, pero de épocas muy diferentes. Porque los temas de los que se nutre la literatura son el amor, la muerte, la pasión, la vida misma, y eso no cambia a lo largo de los siglos, únicamente su expresión final.

Para comenzar, hoy traigo uno de mis poemas favoritos de Salinas, que descubrí de niño y que me sigue pareciendo un canto al amor precioso. Y como contrapunto (y siguiendo la tónica de preciosidades) os dejo con la voz más que sugerente de la escocesa Sharleen Spiteri, que parece haberse leído el poema y le contesta a su amor que las idealizaciones no suelen ser buenas: es mejor regresar al mundo real y poner todo el esfuerzo en amarse, simplemente, contra viento y marea.
Espero que os guste.


“Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ese que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.

Y que a mi amor entonces, le conteste
la nueva criatura que tú eras.”


Perdóname por ir así buscándote. Pedro Salinas (La voz a ti debida, 1933)



 
Saint. Texas (The hush, 1999)

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