Hoy
inauguro una nueva sección, Extrañas
compañías, que se dedicará a recoger
retales de literatura breve -en cualquiera de sus expresiones- y emparejarlos con letras de canciones,
pero de épocas muy diferentes. Porque los temas de los que se nutre la literatura
son el amor, la muerte, la pasión, la vida misma, y eso no cambia a lo largo de
los siglos, únicamente su expresión final.
Para
comenzar, hoy traigo uno de mis poemas favoritos de Salinas, que descubrí de
niño y que me sigue pareciendo un canto al amor precioso. Y como contrapunto (y
siguiendo la tónica de preciosidades) os dejo con la voz más que sugerente de la
escocesa Sharleen Spiteri, que parece haberse leído el poema y le contesta a su
amor que las idealizaciones no suelen ser buenas: es mejor regresar al mundo
real y poner todo el esfuerzo en amarse, simplemente, contra viento y marea.
Espero que os guste.
“Perdóname por ir así buscándotetan torpemente, dentrode ti.Perdóname el dolor, alguna vez.Es que quiero sacarde ti tu mejor tú.Ese que no te viste y que yo veo,nadador por tu fondo, preciosísimo.Y cogerloy tenerlo yo en alto como tieneel árbol la luz últimaque le ha encontrado al sol.Y entonces túen su busca vendrías, a lo alto.Para llegar a élsubida sobre ti, como te quiero,tocando ya tan sólo a tu pasadocon las puntas rosadas de tus pies,en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendode ti a ti misma.Y que a mi amor entonces, le contestela nueva criatura que tú eras.”
Perdóname
por ir así buscándote. Pedro Salinas (La voz a ti debida, 1933)
Saint. Texas (The
hush, 1999)
No hay comentarios:
Publicar un comentario