miércoles, 22 de febrero de 2012

Dickens enamorado




Hablar de Charles Dickens es hablar del gran novelista de la Inglaterra victoriana, un escritor que plasmó y criticó como nadie el coste social que supuso la Revolución Industrial. Reverenciado en su país, se han realizado infinidad de estudios sobre sus obras y su vida, pero los libros que ahondan en sus relaciones amorosas no son tan frecuentes.

Fórcola Ediciones acaba de publicar el ensayo biográfico Dickens enamorado, que analiza la correspondencia privada -inédita hasta ahora en español- entre el escritor y Maria Beadnell, el amor de juventud que tanto influiría en su vida. Estas cartas, rescatadas del olvido y de la censura familiar, fueron publicadas en Boston en edición limitada en 1908. Amelia Pérez de Villar las ha traducido y, a través de ellas, nos proporciona un retrato ampliamente documentado sobre el Dickens menos conocido, incidiendo en las conexiones entre su vida sentimental, su obra literaria y los rasgos más ocultos de su carácter.


Maria Beadnell / Dora


Así, repasamos una infancia marcada por los continuos cambios de domicilio y las penurias económicas a causa de las deudas del padre, que finalmente dio con sus huesos en la cárcel cuando el pequeño Charles tenía sólo doce años, lo que le obligó a emplearse en una fábrica de betún para ayudar a mantener a su familia. Todas estas experiencias le marcaron tanto que no las mencionó hasta más de veinte años después, aunque en contrapartida le proporcionaron abundante material literario para obras como Oliver Twist o Nicholas Nickleby.

En 1830, cuando ya trabajaba como periodista, conoció a Maria. Sus padres se opusieron a esta relación (que siguió clandestinamente en forma epistolar hasta 1833) al estar Dickens un peldaño por debajo en la escala social y no tener un claro futuro que ofrecer a su hija. Perdidamente enamorado como estaba, fue un golpe muy duro, pero le sirvió de estímulo definitivo para lanzarse a la conquista de ese mundo que se le negaba y al que él creía pertenecer por derecho. Años más tarde la inmortalizaría como Dora Spenlow en su famosísimo David Copperfield (alter ego del propio Dickens).

Esta relación ocupa el capítulo más extenso del libro, pero este ensayo también analiza el resto de relaciones amorosas de Dickens, ya fueran platónicas o no. Así, asistimos a su matrimonio en 1836 con Catherine Hogarth, con quien tuvo la friolera de diez hijos, a la que amó durante un tiempo pero de la que acabó separándose por incompatibilidad manifiesta de caracteres, entre otros motivos. La hiperactividad y la ansiedad que Dickens arrastraba desde su infancia, le obligaba a estar constantemente en movimiento, con continuos viajes al extranjero (Francia, Italia, Suiza, Estados Unidos) y numerosos cambios de casa, un ritmo que Katie no podía seguir.


Catherine Hogarth


También profundizamos en la peculiar e intensa relación con sus dos cuñadas: adoraba a Mary y su muerte prematura en 1837 supuso un enorme mazazo para él, mientras que Georgina le acompañaría fielmente durante toda su vida. Así mismo, vemos con asombro como en 1855 Maria Beadnell vuelve a aparecer en su vida cuando ya su matrimonio hacía aguas por todas partes (no revelo más…).

Como colofón, Amelia Pérez de Villar describe la última historia sentimental conocida de Dickens: la relación casi clandestina que mantuvo con la actriz Nelly Ternan, veintisiete años menor que él. Este amorío final supuso un pequeño escándalo en su círculo íntimo y le conllevó la pérdida de numerosas amistades. Por su parte, la familia del escritor trató de proteger su reputación, negando siempre el romance, y la propia Nelly destruyó sus cartas tras la muerte de Dickens en 1870.


Nelly Ternan


Dickens enamorado es, en suma, un ensayo muy elocuente, riguroso y con una gran labor de documentación detrás. La historia, rica en detalles y anécdotas, se sigue de forma amena. Además, la autora no deja cabos sueltos en la investigación, como cuando documenta con varios datos las controvertidas relaciones de Dickens con prostitutas a lo largo de su vida, un dato oscuro en su biografía. El rigor del relato y la posibilidad de ver al autor inglés como si fuera un personaje más de una de sus novelas por entregas hacen de esta biografía un libro altamente recomendable para lectores curiosos en el año del bicentenario del escritor.

Dickens enamorado, Amelia Pérez de Villar
Fórcola, 2012, 192 páginas, 19,50

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por tu detallada y generosa reseña. La haremos circular. Un abrazo fuerte. Javier Jiménez. Fórcola

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  2. Gracias a ti, Javier, por tu amable comentario y el apoyo a mi blog en la red. Siempre es un placer reseñar buenos libros. Un abrazo y mis mejores deseos para Fórcola.

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